Rose, una compi del trabajo, que
es artista de nacimiento- y como buena artista no valora su arte- , hace unas cosas
preciosas; un día trajo al trabajo una
cajita llena de trocitos de arcilla pintadidos con caritas, pajaritos y otros
motivos, me parecieron monísimos y, como todo lo que me gusta, se quedó bien a
mano en mi "hardware"; por casa tenía arcilla de esa de secado rápido y se acercaba
la 1ª Comunión de mi sobrina Anita, total que hablando con mi hermana se me
ocurrió que para dar un regalito a cada niña ese día, podía hacer unas caritas
de nenas, poniéndoles un cordoncito con abalorios y como collarcitos; menos mal que mi cuñada Carmen, que también es de lo más creativa, me ayudó en el proceso productivo, fue divertido ver los avances paralelos y cómo una misma idea puede llevarse a cabo con estilos y técnicas diferentes; Carmen utilizó soporte madera con papel y el resultado fue estupendo, el indicador fueron las mamás que acudieron al evento. Por cierto el envoltorio era así de bonito y de materiales reciclados bien económicos y originales:
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